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ABUELAS EN MEDIO DE LA PANDEMIA DECIDEN EMPRENDER

Tradicionalmente pensamos que las abuelas están para criar nietos, pero no para emprender en la tercera edad. Esta historia comienza en marzo del 2020, cuando a una abuela de 82 años, en Bucaramanga, se le muere el esposo y la hermana. Ante esta situación, más el confinamiento obligatorio, una de sus hijas decide renunciar a su trabajo para acompañarla y cuidarla. A pesar de la compañía de su hija, la tristeza embargaba la abuela, pues no sabía cuándo volvería a ver a sus otras hijas y nietos.

Inicio del emprender de las abuelas

La hija recuerda que una de las pasiones de doña Virginia Salamanca es el tejer. Así que, sacó de un rincón una bolsa llena de hilos de tejer y de bordar y se los dio para que se entretuviera. La abuela vuelve a tomar sus agujas e inicia horas de enseñanza, de escuela en tejidos y bordados a sus familiares y vecinas. Al pasar los meses se enteraron que muchas otras historias similares a esta, que les estamos contando, sucedían en la ciudad de Bucaramanga. Señoras adultas mayores, a quienes las pandemias las habían dejado completamente solas en sus casas. Por algún motivo sus hijos estaban lejos o paradójicamente en la misma ciudad pero que no podían salir a ver a sus madres.

Se buscaron a esas abuelas y se les habló de la iniciativa. Poco a poco se fueron juntando muchas más señoras que acogieron la idea de tejer con gran entusiasmo. De esta manera, veían con alegría una salida a sus ratos interminables de soledad. El confinamiento no permitía tenerlas en un solo sitio, así que la condición es que cada una tenía que trabajar desde su casa. Olga Lucía Rueda, la hija de la abuela en mención, tomó la iniciativa de llevarles los insumos del tejido a sus casas. La pregunta que surgió fue: ¿por qué no comercializar lo que ellas hacían? Decidieron entonces tejer bufandas ya que son prendas que no exigen talla alguna.

“Más que una prenda…Un legado”

Es el slogan de lo que ha pasado a ser el emprender de 18 abuelas.  Es el resumen de los amores, las alegrías, tristezas, soledad, dolores, enfermedad. Todo lo que ellas ponen en su corazón y transmiten al mundo entero a través de sus manos envejecidas y trabajadas. Esas manos que expresan la gran esperanza de que saldrán de ésta situación. Y ellas podrán contarlo a sus familias como el testimonio de la Fe en un Dios que les bendice con su saber, paciencia y amor.

Comercialmente se ha trabajado en una marca, un slogan, empaque, sello y todo lo que conlleva una excelente presentación del producto con el fin de que sean valoradas estas prendas como se deben; como verdaderas obras de arte.

Empresa “De mis manos”

Este es una labor loable de un grupo de abuelas de la tercera edad, con las cuales en pleno encierro de la pandemia el año pasado, surge la idea de emprender. De esta manera, con la técnica de crochet, agujeta, peineta, entre otras; se elaboran Bufandas. Las prendas van envueltas en papel manifold, con adhesivo, etiqueta y en caja cofre. La marca » De mis manos» pretende dejar un tesoro elaborado por esas hermosas tejedoras. Todas y cada una de ellas tiene una historia que contar, y una esperanza de salir adelante con su emprendimiento. Hacerle el quite a las enfermedades, que llevan a la depresión; buscar refugio en los tejidos y sentirse útiles y valoradas por la sociedad.

Contacto:

OLGA LUCIA RUEDA SALAMANCA

Movil: 3132038821

Correo electrónico: olrusa31@hotmail.com

 

 Está dentro del ADN de Coemprende ayudar a los emprendedores, en particular si son mujeres guerreras que quieren tener un mejor destino para ellas, sus familias y sus comunidades. Apoya esta iniciativa, ya sea divulgando la información a otras personas, como cliente o como distribuidor de sus productos en tu localidad. 

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  1. Que labor tan linda no importando la edad la iniciativa de emprender es valorar.
    Muchos éxitos.

  2. Innovar es la salida para los emprendedores en tiempos de crisis
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