EL SER, HACER Y TENER DEL EMPRENDEDOR

¿Cuál es la diferencia entre Ser , Hacer y Tener del emprendedor? Te contaré una corta historia sobre una persona que recibió una asesoría empresarial y consiguió el éxito al realizar gestión empresarial en su negocio. Esta historia se refiere al Ser, Hacer y Tener del emprendedor.

Hace un tiempo llegué al terminal de Cali, en el norte de la ciudad, y abordé un taxi para dirigirme al apartamento de mi hijo, en el sur. Como el trayecto era largo tuve la oportunidad de conversar con el chofer, pero lo más importante me enteré que ese conductor tenía un negocio, no era simplemente un taxista. Describiré las características que encontré en esa persona.

Tener un taxi

Luis, el del taxi, me contó que tres años atrás lo botaron de un empleo que tenía y según me dijo con las prestaciones compró un cupo de un taxi de un carro viejo, a través de un cuñado que está también en ese oficio. Recibió algunas asesorías sobre emprendimiento y las puso en práctica. Su deseo era tener un carro nuevo, así que ahorró y trabajó más horas y el año anterior pudo sacar su carro de agencia. Luis tiene ahora un vehículo que monetiza como muchos otros taxistas en Cali, en Colombia y en cualquier parte del mundo. Quizás se pueda decir que es un taxista juicioso.

Hacer la función de taxista

Luis está afiliado a una línea de taxis y por esa razón tiene radioteléfono con el cual le avisan de clientes que estén necesitando el servicio de transporte. Pero Luis no se contentó con eso y decidió afiliarse a tres plataformas, las cuales por internet le avisan de necesidades de taxis y de esa manera puede agarrar más clientes, si están cerca de la calle por donde viaja. Luis ha colocado dos celulares en bases a cada lado del volante y una tableta en el portavaso entre las sillas delanteras. Con distintos tonos de llamada distingue cual aparato se está comunicando. Luis es entonces un buen taxista porque hace bien su trabajo.

Ser empresario

Cuando, esa tarde, abordé el taxi de Luis, supe que él era un empresario. Su cortesía al saludarme y preguntarme para dónde me dirigía, me daba indicios de eso. El carro estaba limpio con una suave música instrumental, Sin embargo, Luis me preguntó si me perturbaba la música y le dije que no. Por el comentario que le hice de la orquesta que tocaba la agradable pieza musical me di cuenta que, a Luis, no solamente le gustaba ese tipo de música, sino que además disfrutaba su trabajo. Me ofreció si quería leer el diario del día o un libro, los cuales tenía en los bolsillos de los espaldares de los asientos de adelante.

Me dijo que, si quería agua fría, un jugo o alguna bebida energética, él la distribuía y señaló una nevera en el piso del asiento del acompañante. Mientras conversaba con Luis me convencía más que era un empresario. Estaba bien vestido, no como algunos choferes que van en bermudas, chanclas y franela de esqueleto. Se ofreció a esperarme si necesitaba hacer una parada o alguna compra en algún lugar. Inclusive cuando el tráfico se puso pesado en una avenida en Cali, cosa que es muy normal en esa ciudad, buscó en su tableta una vía alterna y por ahí nos fuimos.  Por supuesto me preguntó mi consentimiento si tomábamos ese atajo.

La diferencia en el Ser – Hacer- Tener del emprendedor

La carrera me costó $13.000 pesos y yo le pagué $15.000, se lo merecía. Puedo estar seguro que un porcentaje alto hace lo mismo que yo por el servicio que Luis les presta. En la conversación me di cuenta que Luis era una persona leída- Aún más, al ojear el par de libros que me ofreció, el uno era El Alquimista y el otro El Hombre Más Rico de Babilonia.

Qué diferencia con otros amigos del volante. Luis por su gestión empresarial tiene un negocio rentable, hace su trabajo eficientemente y busca mejorar como persona cada día con lo que consigue ser un emprendedor exitoso. Te remito para mayor información sobre las asesorías eficaces en el siguiente enlace.

Gerardo Fonthal, PhD

Inventor

Asesor Empresarial